martes, 18 de enero de 2011

CAÍN: LAS DOS OFRENDAS - Génesis 4:3-7


No sabemos cuando ocurrió este acontecimiento, sólo se nos dice "andando el tiempo". Cada hermano había comenzado a trabajar en un oficio: Caín era "trabajador de la tierra" y Abel era "pastoreador de ovejas". Y en este "andar", encontramos una circunstancia.

No sabemos nada sobre los antecedentes de este situación, porque lo que en la narración enfocan es la reacción de Caín; pero podemos ver como los dos hermanos traen sendas ofrendas a Jehová (vv. 3,4). La ofrenda de Abel fue mirada con agrado, sin embargo la de Caín, no fue mirada con agrado (v.5)

La reacción de Caín

Nos describen dos actitudes negativas en Caín al no ser mirada con agrado su ofrenda (v.5):
  • "Se ensaño en gran manera": Nos describe a Caín que estaba totalmente airado, como si fuera un metal que al ponerse tan caliente, brillaba; así Caín en su ira extrema, estaba encolerizado.
  • "Decayó su semblante": Nos describe la tristeza de Caín, que se expresaba en las facciones de su cara.
Son dos sentimientos que muchas veces podemos encontrar en nuestra vida: la ira y la tristeza. Estas dos actitudes, son  resultados al no poder cumplir con las expectativas que tenía sobre su ofrenda.

La exhortación de Dios a Caín sobre su reacción

Dios le enfrenta a su equivocada reacción:
  • ¿Por qué has tenido esa reacción? (v.6): Dios quería mostrar que esa reacción no era la correcta. Muchas veces se demuestra lo que tenemos en nuestro corazón al ver nuestras reacciones. Cuando Caín reaccionó así fue porque en su interior había un problema que debía ser solucionado.
  • "Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?" (v.7): Su expectativa era ser enaltecido, estar alegre por ser elevado, pero Dios le indica la condición para este enaltecimiento: "si bien hicieres". Caín debería haber "andado correctamente" para que luego en la ofrenda Dios lo hubiera exaltado, al hacerla correctamente. Puede ser que el problema de Caín fuera que era "sabio en su propia opinión", pero no era "sabio en la voluntad de Dios".
  • "Si no hicieres bien,  el pecado está a la puerta" (v.7): Al no "andar correctamente",  el pecado está "acechando" a la entrada. El andar rectamente es una prevención para evitar pecar, sin embargo, si tu andar no es recto es probable que el pecado te seduzca. Eso es lo que le pasó a Caín.
  • "con todo esto,  a ti será su deseo,  y tú te enseñorearás de él" (v.7): La solución cuando "el deseo de pecado" está a la puerta. Siempre hay una última salida: Enseñorearte del deseo. No valen excusas, los deseos no pueden dominarnos, sino nosotros dominar ese deseo; y los deseos que tenía Caín tenían solución, debía dominarlos.
Mas adelante veremos como Caín no aprovechó la exhortación de Dios, pues sus deseos le dominaron la hacer algo muchísimo más grave.

1 comentario:

  1. tenemos que reconocer nuestros errores para que Dios nos cambie,y aprender a hacer humilde para que Dios nos engrandesca,claro a bien.

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